Días después de la batalla, un taciturno Warren y la inquieta Gully descubrieron unas extrañas ruinas en el bosque al sur de Rulid. La mayor parte eran poco más que escombros, salvo por unas escaleras que daban a una robusta puerta imposible de abrir. Soprendidos por el hecho de que nadie las hubiera visto antes, la extraña pareja regresó al pueblo. Al comentar este descubrimiento con Volk y Clayr/Quelenna, los tres decidieron volver al lugar... para descubrir que no ya no quedaba ni rastro de esas ruinas.
Tras descartar que Warren no estaba tan borracho para haberlas imaginado (reforzado por el hecho de que Gully también las vio), quedó claro que un mecanismo mágico las ocultaba de la vista y que probablemente esa magia de ilusión estuviera fallando en determinados momentos del día. Al siguiente día, las ruinas volvieron a aparecer, pero esa inamovible puerta ahora estaba abierta: alguien había entrado antes que ellos.
Adentrándose en esos pasillos iluminados por una tenue luz azul descubrieron que estaban en un asentamiento enano, algo bastante poco común en la actual Rath. Las estatuas mostraban a los guerreros e ingenieros del Clan Baermir, un dato que confirmó la antiguedad del lugar: los enanos no se organizaban en clanes desde la victoria contra los dragones. Rechazando a los constructos guardianes del lugar, el grupo finalmente encontró a quien se les había adelantado: Gully, que ahora portaba unas enormes guantes enanos que le daban una fuerza y resistencia sobrehumanas.
No tardaron en averiguar cual era el verdadero propósito de aquel enclave: los enanos, liderados por Dordren Baermir, estaban experimentando con una energía que llamaban "El Vacío". La naturaleza de esos experimentos era terriblemente siniestra, llegando incluso al sacrificio de vidas humanoides. Para ello usaban un poderoso artefacto, el Yunque del Vacío. Tras enfrentar a un gigántesco golem al que el propio Dordren llamaba Coloso y encontrar el yunque, decidieron destruirlo.
Al salir del enclave Baermir se encontraron con un grupo de la Compañia del Grifo Dorado, liderados por Flint. Tras una breve charla en la que se presentaron y dijeron el motivo de su viaje a la mazmorra: conseguir los mapas que había dentro de las ruinas enanas. Pero durante el encuentro unos asesinos de El Ataud Sonriente atacaron. Afortunadamente, gracias a la colaboración de ambos grupos, Vassago y sus hombres se vieron obligados a retirarse.
Tras una reunión en Rulid, Warren, Quelenna y Volk decidieron que era hora de viajar a Valtz para conocer a su empleador, el inventor Galeno Fasterthinker.