El poderoso druida orco ha comenzado una larga batalla contra los grandes trasgos que tratan de profanar la Infinita Poza de Jirrka. Decidido a ganar, ha desatado la furia del bosque en la región, convirtiendo las plantas en zarzales sedientos de sangre y las raíces de los antiguos árboles en serpientes que parten huesos y asfixian a cualquiera a su alcance.