Ciudad grande: 15 413 habitantes (94 % fórmigos, 3 % medianos, 3 % otros).
Límite de dinero: 6000 po.
Guardias: 308 guardias.
Autoridad: Reina Luanii y su círculo de confianza.
Religiones mayoritarias: Culto cívico.
Geografía, cultura e historia
Al sureste de Sananda se encuentra la ciudad subterránea de Aluiia. Este hormiguero es el más reciente de la región, construido tras la invasión de saurios en el año 4003. Se encuentra en una zona muy cercana a la costa del río Xenir, donde los fórmigos encontraron las ruinas de un puente de la época de los Peregrinos. Descendientes de los fórmigos de Shabana que, junto a los elfos Banjora, expulsaron a los saurios de vuelta a sus tierras, decidieron quedarse aquí, donde podrían controlar cualquier otro intento de invasión por parte de sus más odiados enemigos.
Cerca de la ciudad se encuentra el bosque de Aluiia, proveedor de madera para las construcciones y otras actividades dentro del hormiguero. Los fórmigos, cuidando siempre de mantener el ecosistema del pequeño bosque, envían a veces partidas de leñadores para hacerse con el preciado material. A estos siempre los acompaña al menos un destacamento de soldados, pues pasado el bosque se encuentra la ciudad sauria de Muluc-Xul, otra afrenta más que devolverles a los saurios.
Los fórmigos de Aluiia son, con diferencia, los más marciales de toda Sananda, ya que se encuentran en conflicto constante con los saurios y la Legión de la Rueda Dentada. Al ser la primera línea de defensa de los hormigueros de Sananda, la mayoría de miembros reciben una educación marcial sencilla, centrada en el uso de varias armas y maniobras defensivas. Los fórmigos de Aluiia están tremendamente orgullosos de este entrenamiento, lo que los hace parecer altivos a ojos de otras razas.
Aluiia es una ciudad vertical, constituida en varios niveles que se comunican por puentes de piedra y corredores. Cada uno de estos niveles es más grande que el inferior, con un enorme hueco en el centro que los conecta a todos entre sí, de manera que el hormiguero tiene forma de pirámide invertida. Además de por los puentes y corredores, es posible bajar varios niveles a bordo de pequeños ascensores de madera operados por trabajadores fórmigos. Esta forma tan peculiar obedece a un par de elementos. El primero radica en que los fórmigos se asentaron en unas ruinas subterráneas que disponían de un gran pozo central que han ido adaptado a conveniencia y el segundo, en que esta estructura permite la movilización de efectivos fórmigos con rapidez y presteza. La reina Luanii, rodeada de sus elegidos, habita en las estancias de los niveles más profundos, desde las que dirige la colonia.
Es costumbre y norma entre los fórmigos de Aluiia marcar sus cuerpos con pintura verde o negra, representando con distintos símbolos su profesión y el nivel de la ciudad hasta el que pueden acceder. No es raro ver extranjeros en la ciudad, pero la mayoría solo tienen permitido desplazarse por los primeros niveles subterráneos, ya que el resto son exclusivos para nativos. En estos primeros niveles se encuentran varias estancias de descanso para extranjeros, similares a posadas, donde es posible alimentarse y realizar compraventas de todo tipo de enseres y materiales. No existen ciudadanos no fórmigos en el hormiguero, pero sí forasteros que llevan una larga temporada conviviendo con ellos.
Es en los primeros niveles exclusivos para nativos donde se encuentran varios bloques de viviendas y gogías, escuelas cívicas en las que se rinde culto a la ciudad y su reina y donde, además, se forma a los ciudadanos en el uso de armas marciales. En los siguientes se almacena grano y herramientas y, más abajo, hay salas de cultivos subterráneos mantenidos por un sistema hidropónico. A diferencia de otros hormigueros, no existen cultivos exteriores en Aluiia, ya que sus mayores esfuerzos se centran en la construcción y en la formación militar. Sin embargo, no hay escasez de alimento, pues, como parte de la alianza con los otros hormigueros de Sananda, reciben una parte de los que ellos producen. La mayoría llega en barcazas desde Miirmex, mientras que los de Ikrii llegan en carromatos. Por su parte, la poca producción de alimento de Biixemein los llevó a nutrir a Aluiia con armas de metal.
En el siguiente nivel se sitúan las estancias sagradas de los clérigos, los cuarteles de entrenamiento de los guerreros y los talleres de artesanos. En los corredores más profundos se encuentra la sede del Gremio de Iixarkas, también llamados los Cazadores de Vajra, encargados de mantener la seguridad en los túneles que comunican los hormigueros.
En las profundidades de Aluiia anida el último nivel, donde la reina Luanii tiene su trono. También sus dependencias personales y las salas de cría, en las que la reina madre perpetúa la existencia de la colonia. En todo momento, las larvas son asistidas por cuidadores especializados, encargados de evaluar las capacidades de cada nuevo miembro, que determinan su posición en la sociedad fórmiga. Por ello, a medida que los bebés fórmigos van desarrollándose, son enviados a la planta del hormiguero en la que se desarrollará la mayor parte de su vida, ya sea como exploradores, guerreros o artesanos. También en este nivel se abre un acceso secreto a la llamada Sala Sagrada, solo accesible para la monarca y sus elegidos y que la mayoría de los fórmigos de Aluiia siquiera conocen. Solo unos pocos han tenido constancia de su existencia, pero ningún fórmigo que se precie osaría especular, ya que el culto cívico no lo permite. Sin embargo, sí se oyen murmullos sobre otros asuntos, rumores que cuentan que los saurios anhelan algo que se oculta en lo más profundo de la colonia. Y tienen razones para hacerlo, pues la realidad es que allí se encuentra una antigua Torre de Fulgor que, por algún motivo, acabó enterrada en las entrañas de la tierra. Solo la reina Luanii y su círculo de confianza conocen este secreto.