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Metrópolis: 34 996 habitantes (63 % humanos, 10 % medianos, 5 % enanos, 4 % fórmigos, 4 % gnomos, 3 % dracónidos, 3 % felínidos, 2 % elfos Banjora, 1 % arainas, 1 % centauros, 4 % otros)
Límite de dinero: 45 000 po
Guardias: 495 guardias
Autoridad: Santonio (alcalde), Vraez (capitana de las Capas de Cerción)
Religiones mayoritarias: Iglesia de Erekar, Iglesia de Praxis, Iglesia de Arastu

Geografía, cultura e historia

La ciudad comercial de Puerto Estrella se encuentra ubicada en la desembocadura del río Xenir, al suroeste de Sananda. Emplazada en la orilla norte, la urbe aloja a la mayor población de la región y, sin duda, la más cosmopolita. Fue fundada por la nación de Zabáriax en el 4418, cuando Nazius Lengua de Plata, un lord comerciante menor, naufragó tras un ataque pirata en estas costas. Así fue como descubrió las ruinas sobre las que se edificaría la ciudad. La intención original de Puerto Estrella fue la de servir como caladero para los barcos mercantes en caso de ataque y para los guardacostas, encargados de acabar con la piratería.

Pronto el cometido de Nazius, al cual la Corona había ordenado construir la ciudad, se convirtió en otro más lucrativo. Los centauros, siempre alerta, entablaron contacto con los humanos para, poco después, intercambiar madera y tallas por acero forjado. Los zabarios construyeron sus edificios con las materias primas que les brindaron los habitantes de la Fronda de Centauria, y Nazius, encandilado por sus magníficas tallas, vio un filón comercial. Casi dos siglos y medio después, Puerto Estrella es la mayor ciudad de Sananda, principal centro de comercio de la región y la puerta de entrada para aventureros y gentes de toda índole a tierras todavía por descubrir.

La ciudad está habitada por una gran variedad de razas, aunque predominan los humanos, medianos y centauros, siendo la ciudad más cosmopolita de toda Sananda. El alcalde es Santonius el Gallardo, zabario descendiente de comerciantes, dotado con el don de la palabra. Es el encargado de recolectar los impuestos de las transacciones comerciales llevadas a cabo en la ciudad para entregarlos al gobierno zabario, cargo que le ha reportado riqueza y prestigio. Y es que casi todo el comercio de la región pasa por Puerto Estrella, desde las tallas de los centauros a las exóticas especias de la Llanura Interminable. La ingente cantidad de comida necesaria para alimentar a todos los habitantes de la ciudad llega a diario desde los arrozales de Mediopaso o los campos de cultivo de los hormigueros del este, que bajan por el Xenir en grandes embarcaciones. En los alrededores de la urbe o en los patios traseros de algunas casas también pueden encontrarse algunos huertos privados.

La ciudad está dividida en dos por una pequeña muralla, la cual rodea los límites originales de la urbe, formando el casco antiguo. Aquí es donde se encuentran las residencias de los ricos y poderosos, además de la mansión del alcalde. Conforme Puerto Estrella crecía más y más, se consideró fútil gastar recursos en construir nuevas murallas, de forma que se levantaron varias torres de vigilancia en cada barrio para que, si se produjese un ataque, se pudiera alertar a la población con pesadas campanas de bronce de que se refugiara tras las murallas del casco antiguo.

Al sur de la ciudad se encuentra el barrio de La Ribera, que se extiende desde el este hasta al puerto. Es donde los artesanos tienen sus talleres, principalmente por los bajos costes de alquiler y por su proximidad al río en caso de incendio. Al sur del barrio se encuentran Los Bicheros, el antiguo barrio mediano cuyas casas se encuentran ahora ocupadas por mendigos y gente de baja estofa, a excepción de los bicheros, que continúan su labor de empujar al mar las embarcaciones funerarias de Mediopaso que varan en Puerto Estrella.

El barrio de Puerto Este, que, a pesar de su nombre, no da al puerto, se encuentra en la parte oriental de la ciudad, entre La Ribera y la Milla Dorada. Los agricultores, cazadores y estibadores de la ciudad conviven en este barrio residencial plagado de plazas y donde se encuentran los silos de la urbe.

Al noreste, un gran barrio conocido como la Milla Dorada da la bienvenida a los extranjeros, mercenarios y aventureros, además de a todo aquel que tenga un gusto por la bebida. Decenas de posadas, tabernas y locales de ocio de todo tipo se encuentran  diseminadas alrededor de varias zonas verdes. Al noreste, siguiendo el camino desde la Milla Dorada y saliendo de la ciudad, está el cementerio de Puerto Estrella. Se trata de un camposanto edificado en una loma, por lo que las sepulturas y panteones se distribuyen en terrazas escalonadas. Se la conoce como la Loma del Adiós y, dado que para llegar hasta ella hay que pasar por la Milla Dorada, muchos han dado en llamar a este camino como la Última Milla jocosamente. En lo alto de la loma hay un crematorio para aquellos que prefieren no descansar bajo tierra.

En dirección noroeste está emplazado el barrio de El Faro, la zona menos recomendable de Puerto Estrella junto con algunas partes del puerto. Aquí vive la población con menos recursos, donde se refugian los criminales y los prófugos y el comercio ilegal campa a sus anchas. Cualquier producto se puede encontrar en El Faro si se paga un precio.

Por último, al oeste está el puerto, el corazón de Puerto Estrella, adonde multitud de barcos llegan casi a diario para comerciar con la ciudad. Es en este lugar donde son más visibles las antiguas ruinas, conformando un magnífico paseo marítimo del que disfrutan todos los viajeros y residentes de la ciudad. En el puerto se encuentra el Mercado de Plata, en honor del fundador de la urbe, y que es conocido en todo Voldor por las exóticas mercancías que exhibe.

La guardia de la ciudad es conocida como las Capas de Cerción, dada su distintiva capa roja, que sujetan con una fíbula en forma de estrella. El cuerpo está formado por individuos de distintas razas y está comandado por una centáuride eskeftes llamada Vraez, cuyas convicciones morales la hacen inflexible en la aplicación de la ley. Los capas rojas persiguen, además, el contrabando ilegal con gran interés, dado que perjudica especialmente a la ciudad. Para ese cometido, una división especial a la que llaman los Luceros realiza su trabajo de incógnito, identificándose únicamente con la fíbula de estrella.

El contrabando ilegal es, pues, una parte importante del submundo de la ciudad. Multitud de canales y túneles secretos la recorren desde el puerto hasta La Ribera, utilizados por comerciantes del mercado negro, ladrones o incluso asesinos. Destaca un afluente secreto del Xenir, que los contrabandistas han nombrado como el Xominar y que se introduce por debajo de Puerto Estrella. En toda Sananda comienza a ser famoso un gremio conocido como las Máscaras de Acear, ladrones y asesinos que trabajan bajo las órdenes del Rey Ladino. Nadie conoce la identidad de sus miembros, que utilizan máscaras teñidas de azul para ocultar su rostro, exceptuando al Rey, que lleva una máscara que representa a un gato sonriendo.

Existen numerosas posadas y tabernas en la ciudad adaptadas para casi todas las razas de Voldor, entre las que destacan La Flecha Negra, La Copa Dorada o El Portal de Piedra, en la Milla Dorada. Además, hay toda una serie de locales menos recomendables en los que conviene tener la bolsa a buen recaudo, como son La Sonrisa de Salino en el puerto, El Baúl del Señor Faggins en La Ribera o el burdel Acear Plena en la Milla Dorada. Sin embargo, también es cierto que en estos locales es donde un aventurero puede conseguir los encargos más lucrativos. Además, el contrabando y el mercado negro se lleva a cabo en este tipo de locales, siempre en secreto para evitar a los Luceros e informantes de la guardia. El mayor contrabandista de la ciudad es Salino el Inconmensurable, un felínido  que ha visto en Puerto Estrella una oportunidad de negocio sin parangón. Su nombre le viene de sus primeros años de contrabando en la ciudad, en los que traficaba con sal, aunque hoy en día ha diversificado su negocio.

La Cofradía de Erekar se interesó por Sananda hace muchos años, estableciendo su sede en Puerto Estrella, en un viejo edificio cercano al mirador del puerto, justo en la desembocadura del Xenir. En ella se almacenan y catalogan la mayoría de hallazgos y piezas encontradas en las numerosas ruinas que pueblan Sananda. El preboste Mrius es quien la dirige, un anciano gnomo conocido en Puerto Estrella con el sencillo sobrenombre del «Sabio ». Tiene un relativo prestigio en la ciudad y buenas relaciones con los centauros de Eskeftes. Desde la Cofradía se alienta a exploradores y aventureros a que se internen en todo tipo de yacimientos para buscar retazos de la cultura de los Peregrinos, ofreciendo una cuantiosa recompensa por ellos.