Varias jornadas al noreste de Biixemein se encuentra una amplia zona de humedales salpicados de vegetación baja conocidos como el Humedal de los Hunnen. Durante la temporada de lluvias y debido sobre todo a capas freáticas más superficiales del terreno, toda la zona se encharca hasta crear una pequeña laguna de pocas pulgadas de profundidad. El resto del año, estas aguas van filtrándose, desapareciendo por completo hasta la próxima temporada de lluvias.
La región ha desarrollado un rico ecosistema habitado por varias especies de peces, como truchas y carpas; numerosos insectos, como las langostas y escarabajos, y algunas aves, entre las que destacan los patos salvajes y las garzas. Los alunos frecuentan estos humedales, ya que son los preferidos de los caballos hunnen para abrevar en enormes manadas. Los jinetes de las llanuras han llegado a considerar esta zona como territorio sagrado por la presencia de estos animales que resultan el principal motor de su economía, con los que, además, establecen importantes vínculos, así como porque es común ver a los enormes uati sobrevolando el terreno. Una antigua canción aluna narra cómo los uatis guiaron a la horda hasta el humedal para que pudiesen encontrar magistrales monturas con las que adueñarse de las llanuras. De esta forma, uno de los ritos de paso entre los jóvenes alunos es ser conducido a los humedales con un cuchillo y una cuerda para volver con un hunnen, demostrando así que se ha alcanzado la edad adulta.
Otra de las canciones alunas hace referencia al Hunnen de Plata, un enorme caballo salvaje pálido como cuando Acear se refleja en la nieve, que solo puede verse pasada la temporada de lluvias, durante las noches de luna llena. Según la leyenda, se trata de la luna, que toma forma carnal para bañarse en las aguas del humedal, sobre el que se ha visto reflejada. Los cantos alunos rezan que aquel que capture a este hunnen azulado será capaz de volar por el cielo, ya que habrá capturado a la misma luna.
Un pequeño monolito cubierto de marcas y caracteres alunos marca el comienzo de las pozas de pesca: una serie de accesos a una pequeña red de corrientes subterráneas donde es posible encontrar abundante alimento en cualquier temporada del año, ya sean renacuajos, sapos o peces de escamas oscuras. Cuando los humedales se encuentran inundados, estas pozas pueden resultar muy traicioneras, ya que con facilidad alcanzan los 19 pies de ancho por otros tantos de profundidad.
Aunque hay varios tipos de depredadores en los humedales, como manadas de lobos o longeris solitarios, los alunos son con diferencia los más peligrosos. Casi en todo momento hay algún grupo merodeando, ya sea de caza, pescando o buscando caballos hunnen. Al tratarse de un territorio sagrado para las hordas alunas, no ven con buenos ojos la presencia de forasteros, a los que pueden expulsar de manera expeditiva.