La reina Elianii de Biixemein, pide ayuda insistentemente para llevar a cabo su proyecto de unir todos los hormigueros de Sananda y Shabana a las demás colonias de fórmigos.
Elianii nunca sale de sus aposentos, ni siquiera para honrar con su presencia a los diplomáticos que a veces llegan al hormiguero. También desoye las ideas de la mayor parte de sus consejeros y allegados, de los cuales Maraz el Tuerto parece ser el único que posee algo de influencia sobre ella.