Traxigor es uno de los pocos sabios de Candelero que no tienen titulo propio en la fortaleza a pesar de residir de manera permanente en esta.
Cuando todavía era un anciano druida, Traxigor acabó transformado de forma involuntaria en el cuerpo de una Nutria, viajó a Candelero para conseguir ayuda de los grandes archimagos para recuperar su cuerpo. Sin embargo allí aprendió a convivir con lo que él consideraba una maldición. Y años después consiguió que su forma fuera oficialmente permanente gracias a un conjuro de Deseo.
Traxigor siguió entrenando sus artes en la fortaleza hasta convertirse en un archidruida. Y a pesar de poder cambiar de forma a voluntad entre múltiples criaturas, su forma de Nutria es la única que sigue considerando verdadera.