Taimadas y traicioneras, las sagas de la noche anhelan ver cómo las virtudes se tornan en defectos: el amor en obsesión, la amabilidad en odio, la devoción en desprecio y la generosidad en egoísmo. Les produce un perverso placer corromper a los mortales.
Hubo un tiempo en el que las sagas de la noche fueron criaturas de los Parajes Feéricos, pero su maldad provocó su expulsión a Hades, lugar en el que degeneraron hasta convertirse en Infraplanar. Desde aquel día, las sagas de la noche se han extendido por los Planos Inferiores.
Cuando un humanoide duerme, una saga de la noche puede invadir sus sueños. Al hacer esto, el monstruo es capaz de llenar la mente de la víctima de dudas y miedos, con la esperanza de que así pueda engañarla para que cometa actos malvados después de despertar. La saga continúa visitando a su víctima durante la noche, hasta que llega un punto en el que esta fallece en medio de sus sueños. Si la saga logra su objetivo y consigue que la víctima cometa algún acto maligno, atrapará su alma, ahora corrupta, en su bolsa de almas para llevársela a Hades.