El bulette es un enorme depredador que aterroriza el lugar en el que habita. También se le conoce como "tiburón de tierra", y vive solo para alimentarse. Estas irascibles y rapaces criaturas no le temen a nada y atacarán sin tener en cuenta si su rival los sobrepasa en número o es más fuerte.

Cuando cazan, los bulettes utilizan sus poderosas garras para cavar túneles a través de la tierra. No hay nada que se interponga en su camino: arrancan árboles, provocan derrumbes en las laderas y dejan tras de sí una estela de socavones. Cuando las vibraciones en el suelo alertan al bulette de movimiento en la superficie, se propulsará hacia su origen, abriendo las mandíbulas al máximo para atacar.

Un bulette viaja a través de tierras de clima templado, alimentándose a medida que avanza de los animales y humanoides con los que se cruza. Estas criaturas sienten aversión hacia la carne de enano y de elfo, aunque a menudo los matan antes de darse cuenta de lo que son. Por el contrario, les encanta la carne de mediano, y son felices persiguiendo medianos rechonchos en campo abierto.

Algunos eruditos creen que los bulettes son el resultado de los experimentos de un mago loco que trató de cruzar tortugas mordedoras con armadillos, añadiendo para ello icor de demonio. Estas criaturas siempre reaparecen tras varios años sin ser avistadas, cuando ya se consideraban extintas. Dado que casi nunca se ve a un bulette joven, ciertos sabios creen que deben poseer cubiles ocultos bajo tierra, donde las crías de estas criaturas se desarrollan hasta la edad adulta, momento en el que salen al mundo.