Minerva Wilford es una noble, empresaria y filántropa semielfa de Pilzander, y fundadora de la compañía Viento Dorado, la agrupación comercial y militar más importante al oeste del Imperio Élfico. Durante años desde su primera aparición en sociedad, ha dedicado sus esfuerzos en mejorar la situación de la conocida "Ciudad de Hierro Libre", y profundizar en su maravillosa y lejana historia como lugar de nacimiento del Enclave, la sociedad de sabios inventores que surgió y desapareció en este mismo lugar durante la Primera Era.
Minerva desapareció sin dejar rastro un día como otro cualquiera, en pleno auge de su popularidad como potencial candidata a nueva Caletre (título que reciben los 9 miembros del consejo político que gobierna Pilzander). Durante un tiempo se rumoreaba sobre la posibilidad de que la señora Wilford hubiera sido silenciada por parte de un Caletre actual, con la intención de frenar su trayectoria e influencia. En general el asunto no llegó a mayores, pero incluso a día de hoy hay grupos de gente descontenta con el gobierno, generalmente del pueblo llano, que mantienen la firme creencia de que la desaparición de Minerva no es más que otra prueba de la corrupción y opresión que los de arriba ejercen sobre el resto.
El verdadero motivo sobre su desaparición solo es conocido por un mínimo grupo de personas, las cuales estuvieron involucradas en una investigación extraoficial sobre artefactos y laboratorios del Enclave, y cuyas revelaciones decidieron mantener en secreto. Minerva Wilford, o como fue nombrada originalmente, Kala, era un autómata diseñado en el Enclave, en la misma época en la que dicha sociedad vivió su trágico desenlace. Balwrick Rivermoon, el inventor mediano y maestro de uno de los 3 estudios más importantes de la época, fue el artífice de esta proeza de la ingeniería, junto a la creación de otro autómata que recibía el nombre de Sumi.
Balwrick quería desentrañar la esencia misma del espíritu, y para ello trató de replicar aptitudes y personalidades en sus creaciones. Kala fue infundida con un espíritu curioso y apasionado, como el de un niño sediento por aprender y experimentar, mientras que Sumi recibió la calidez y ternura propias de una madre. Tras muchos siglos dormidas en el laboratorio secreto del mediano, una semielfa investigadora y aventurera llamada Favery logró adentrarse en el lugar y despertar a estas criaturas. Durante un tiempo convivieron las 3 en este estudio, mientras las dos máquinas aprendían sobre el mundo exterior, y Favery estudiaba todo lo posible del lugar y de sus dos nuevas amigas.
Por desgracia, con el paso de las semanas, Kala empezó a sentirse encerrada. Ansiaba explorar el mundo libremente y experimentar en primera persona todo lo que había aprendido sobre la historia del mundo, la magia, las gentes y criaturas que lo habitaban. Favery mantenía que debían ser precavidas, porque en el exterior mucha gente no entendería la naturaleza de estos autómatas y sería peligroso. En dicha época aún no se habían normalizado las creaciones mecánicas con cierto grado de autonomía, y mucho menos con semejante intelecto y nivel de autoconsciencia.
La situación fue generando mayor tensión con el paso de los días, hasta que una noche Kala trató de robar el libro de conjuros de Favery para escapar usando la magia que había estado aprendiendo. La semielfa la atrapó con las manos en la masa, y tras un leve forcejeo, Favery tuvo la mala fortuna de resbalar y recibir un golpe fatal en la cabeza por la caída, perdiendo la vida en el acto. Kala huyó del lugar en estado de shock por lo sucedido, y Sumi permaneció allí, junto al cadáver de su amiga semielfa, durante años. Kala logró teleportarse al exterior, pero debido al trauma sufrido no pudo vivir una vida normal como siempre había querido. Adquirió el aspecto físico de Favery como una forma inconsciente de mantenerla con vida, y se obsesionó con encontrar el laboratorio del que había escapado. Había conseguido salir mediante magia, por lo que no sabía donde se encontraba realmente, y en él se escondían tanto los vestigios de su verdadera naturaleza, como el recuerdo del mayor error que había cometido en su vida.
Usando su conocimiento y habilidades, y gracias a su inherente longevidad, la ahora conocida como Minerva Wilford comenzó a ganar recursos e influencia en Pilzander, y a dedicar todos su tiempo y recursos de su compañía Viento Dorado en tratar de localizar el misterioso estudio oculto. No fue hasta que dos aventureros se involucraran por casualidad en la investigación de un artefacto de antaño, que Kala logró encontrar dicho lugar. Llevada por su obsesión y por el dolor que le causaba el laboratorio, trató de destruirlo por completo junto con todo su contenido. Pero gracias a la audacia de los aventureros y al despertar e intervención de Sumi, Kala logró liberarse del dolor que le acompañaba desde hacía tanto tiempo, y al fin pudo perdonarse a sí misma por lo ocurrido. Kala se deshizo de la identidad de Minerva Wilford para siempre, pues ya no necesitaba usar esa máscara, y junto a Sumi partió por el mundo, finalmente, buscando la vida que siempre habían deseado, como los primeros Forjados libres de la Tercera Era.