La Vieja Muerte Blanca es un enigmático contemplador paranoico cambiaformas que llegó al Plano Material desde reinos lejanos. Sin saber cómo, encontró su morada en el gélido y despiadado Mar de Hielo en Movimiento, donde rápidamente se convirtió en una leyenda temida por aquellos que se aventuran en sus helados páramos.
Este ser singular explotó su dominio de la transmutación para sobrevivir en el entorno implacable del mar del norte. Su forma preferida y la que adoptó como suya es la de un dragón blanco, ganando el título de la Vieja Muerte Blanca. Bajo esta formidable apariencia, logró la conquista de varias tribus nativas y reclamó uno de sus icebergs como su fortaleza. Allí, entre las frías paredes de sus cuevas, tejía sus intrincados planes y se sumergía en su constante paranoia, temiendo cualquier amenaza real o imaginaria que pueda desafiar su reinado en sus desoladas tierras heladas. Y manteniendo en extremo secreto su verdadera naturaleza.
Su final llegó, sin embargo, por mano de un grupo de aventureros que trabajaban para la Escuela de Cobalto, tratando de evitar que este supuesto dragón anciano se aliara con las fuerzas del Culto del Dragón. Fueron ellos los que, tras dar caza y golpe final al dragón-contemplador, adoptaron el nombre del Viejo Consejo Blanco como logro. Fue en esta batalla que el paladín Bastian Shirokin perdió su vida y fue reencarnado como un alto semielfo.
