Los insaciables demonios murciélago, o nabassus, merodean por el multiverso en busca de almas que devorar. Si creen que pueden matar a una criatura e ingerir su alma, atacarán incluso aunque la otra criatura sea un demonio u otro nabassu.

La mayoría de los otros demonios rehúye de los nabassus y les obliga a vivir en la periferia del Abismo. Ahí, los nabassus matan a los demonios más débiles o, si la situación lo justifica, se reúnen en grupos para acabar con presas mayores. Algunos nabassus especialmente poderosos incluso se dedican a buscar amuletos de señores demoníacos.

Cuando la magia atrae demonios del Abismo al Plano Material, los nabassus intentan que los invoquen a ellos para darse un banquete con las almas de allí. Un nabassu invocado tratará de liberarse para poder devorar el alma de su invocador y, a continuación, las del resto de criaturas que logre atrapar. Una forma de que el invocador eluda este destino es proporcionar un suministro constante de almas al nabassu, lo que quizá persuada al demonio para que coopere (mientras lo alimenten).