Darro Yelmofiero, un enano nacido en la ciudad de Elturel, ha dedicado su vida al servicio de Moradín, forjando su camino como Sacerdote de la Forja. Con su distintivo y resplandeciente yelmo de batalla, Darro personifica la devoción y rectitud que caracterizan a los seguidores del dios de la creación. Darro crió solo a su propio hijo enano con mano firme, enseñándole las tradiciones de la forja y la veneración a Moradín. Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa adicional: la llegada de Eril un pequeño tiefling abandonado en las puertas del templo. Sin vacilar, Darro acogió al pequeño como su propio hijo adoptivo, rompiendo las barreras de la raza con el calor de su corazón.
En su vida cotidiana, Darro era conocido por su dureza justa. Valoraba la disciplina y la rectitud, tanto en su papel como sacerdote como en su papel como padre. Aunque puede parecer intransigente, Darro nunca es cruel. Su corazón noble y su dedicación a la justicia y la bondad le han ganado el respeto de la comunidad. Sin embargo, su muerte a manos de su hijo adoptivo es un testimonio de que, aún en el crisol de la fe y la compasión, se pueden cometer errores.