Los bardos, que invocan la magia a través de la música, la danza y la poesía, son duchos en inspirar a los demás, en sanar heridas, en desmoralizar al enemigo y en crear ilusiones. Creen que el multiverso nació del habla de los dioses y que los ecos de sus palabras de creación aún resuenan y brillan en cada plano de existencia. La magia bárdica aspira a servirse de estas palabras que trascienden cualquier idioma.
Cualquier cosa puede inspirar una nueva canción o historia, así que los bardos sienten fascinación por casi todo. Llegan a dominar muchos ámbitos, como la música, la magia o la mofa.
Los bardos se pasan la vida viajando, recopilando conocimientos, contando historias y viviendo de la buena voluntad de su público, como la mayoría de artistas. Sin embargo, su amplitud de conocimientos y su dominio de la magia los distingue del resto de intérpretes.