"Cuándo ese espíritu pasó por mi cuerpo, recuerdo dar mi último aliento...
Volví en mí para darme cuenta de que era un fantasma, un alma de mi ser, había muerto. Pero no por ello iba a dejar a mi querido Golias. Lo anduve guíando a través de ese maldito pueblo, diciéndole cuales eran los caminos que había de seguir él y esa otra gente que no recuerdo como se llamaban.
Los mantuve alejados del peligro, mantuve fuerza en mi cuerpo para ayudar a Golias a trepar, luchar y hacerse la cena alguna vez. Siempre fui a su lado.
En los últimos momentos de la batalla, YO La Rata, ataqué a la bruja para acabar con el conjuro que sepultaba Lorraizal en niebla, y tras ver como Golias daba su vida por mí, lo acompañé en alma para que nunca anduviera solo por allá donde el Hemófago lo llevara"