Cania, la octava capa de los Nueve Infiernos, es una tierra helada, cuyas tormentas de nieve pueden arrancar la piel de los huesos. Sus ciudades, incrustadas en el hielo, dan cobijo a los invitados y prisioneros del regente de Cania, Mefistófeles, un archidiablo brillante y calculador. Mefistófeles mora en la ciudadela gélida de Mephistar, desde donde planea hacerse con el Trono de Baator y conquistar los planos.

Debido a las gélidas temperaturas y al entorno hostil, casi ninguna criatura llama a Cania su hogar. El propio Mefistófeles pasa la mayor parte del tiempo en una fortaleza caldeada, protegido de los elementos. Sólo los diablos gélidos viven en las tierras yermas heladas. Mefistófeles cultiva a estos diablos, empleándolos como su ejército permanente, cazadores de espías y defensores en todo el reino.