Sharrum-kin, un esclavo Alto Elfo nacido a finales de la Primera Era, fue quien unió centenares de elfos en la rebelión contra sus reyes humanos.
En la duración de un año, Sharrum-kin consiguió armar a sus hermanos en contra de una causa común, derrocar a los reyes que dominaban las tierras y formar el primer autoproclamado Imperio Élfico. Su poder de convicción fue tan amplio, y sus campañas contra sus enemigos tan rápidas y llenas de sangre y victoria, que nadie vio su verdadera intención. Sharrum-kin no pretendía liberar a los esclavos para erradicar la esclavitud, pretendía asediar el poder y gobernar como emperador, poniendo el valor de una vida élfica por encima de el de la humana, usando a los humanos como carne de cañón y peor que le habían tratado a él, todo con tal de extender su imperio. Y fue tal el orgullo de los elfos y su odio hacia una raza que consideraban menor, que no hubo uno que no se uniera a la causa, creando una expansión que dejó marca en toda la historia.