Harer Addis, nacido en Amuradis, fue desde joven parte de las mafias de niños huérfanos que se dedicaban a robar y asaltar a los transeúntes, para ganar un dinero que no les correspondía y hacerse la vida más difícil.
Entre esos niños encontró a Bearric, con quien tuvo una conexión especial y a quien acompañó en todos los golpes que podían dar.
En uno de ellos, Bearric cayó inconsciente por un glifo custodio. Cuando fue a socorrerlo algo le hizo parar, un objeto, sin forma alguna, que parecía absorber la luz, irradiaba malestar, odio y maldad. Sintió como le llamaba, se acercó a él y lo tocó.
Diablo apareció ante él, al menos un fragmento del mismo, y su cuerpo lo absorbió al completo. No supo ni como, ni por qué pero su cuerpo era el indicado, casi como si Diablo lo hubiera elegido. Con ello también despertaron sus poderes psiónicos, pero también algo había cambiado en él. Sus sentimientos variaban, sentía un mal interno que, aunque podía controlar entendía que no era suyo. Su ojos eran diferentes, su luz, todo.
Adaggio, un Buscador de la Orden de los Fab'Huritus lo encontró y lo llevó con él ante los Lógicos, quienes le concedieron el puesto de Gurdián al entrañar un fragmento de un Oscuro en su interior, siendo él mismo un Fab'Huritu.
El tiempo pasó y ese poder que guarnecía creció con él, a pasos agigantados, y con él su conocimiento y el poder de su mente. Confiriéndole al final el puesto de Lógico.
Sus poderes de cronopatía, y ese Mal Interior le avisaron de la situación de Bearric y de la importancia que tendría en su futuro, así decidió ir a salvarlo de la horca y guarnecerlo en la Orden hasta que su misión aflorara. Cuando lo encontró lo entendió en el mismo instante, todo ese Mal que sentía en su interior desapareció, no entendía por que pero Bearric era lo único que le había hecho volver a sentirse completamente humano. Sabía que sus destinos estarían unidos al final. Y ese sentimiento de unión le hizo besarle. O quizá fue su lado humano aferrándose a lo más parecido al amor que había sentido nunca.
El tiempo pasó en la Orden, dónde él junto al resto de Lógicos dirigieron la Orden, investigando y aprendiendo para el día que Diablo y los Oscuros vuelvan.
Mientras, el sentimiento de Mal Interior que su cuerpo entrañaba cambiaba, crecía, lo notaba moverse, hacerse uno con Harer, pero nunca parecía ser capaz de ganar ninguna batalla.