Si la calamidad, el mal y la misma fuerza de la gravedad tuviesen un nombre, sería Diablo. Esta criatura habitaba Mipsum antes incluso que los dioses, su fuerza sin rival le convirtió en un Ser Olvidado, desterrado para siempre a la Prisión Espejo.

Se dice que los diablos de Baator deben su nombre a las leyendas sobre el mal encarnado de Diablo. Los diablos y Asmodeo hubieran preferido simplemente baatezu, su nombre real, pero "diablos" trae un terror innato a los humanoides, que tampoco van a desaprovechar.

Poco se sabe de sus intenciones, pero en un santuario perdido, cerca de la ciudad de Amuradis, este Ser Olvidado casi escapa de su prisión, quien intentó liberarlo aún sigue libre, y tal vez, un día, el mundo se vuelva a cubrir de negro y la maldad vuelva a ser libre cuando Diablo reine.