Toichi es el gobernador de la Provincia Maryoku que rodea Kyuden Isawa. Es de voz suave y agradable, y su formación Asako le ha dado una paciencia duradera con el ritmo más lento de lo que viene de gobernar una población discreta. Está dispuesto a discutir cualquier tema, pero se anima bastante cuando habla de ikebana.
Toichi es un cortesano consumado: educado, amable y siempre dispuesto a hablar, pero rara vez dice nada que pueda causar conflicto. Es apuesto y viste con elegancia; generalmente le rodea el aroma del incienso, y siempre lleva encima un juego de cuentas de oración.
- La Provincia Maryoku es, en muchos sentidos, el centro político de las tierras Fénix, ya que en ella se encuentra Kyuden Isawa.
- Toichi, a diferencia de la mayoría de los Isawa, está formado como cortesano, no como shugenja. Es estudioso y piadoso, como cabría esperar de un Señor del Conocimiento, y cuenta con la ventaja de tener acceso inmediato a la afamada biblioteca Isawa.
- Aunque es un erudito de cierto renombre, la pasión personal de Toichi es el ikebana. Ha patrocinado a más de un artesano a lo largo de los años.
- Toichi se considera un guardián entre los shugenja del Clan (incluidos los Maestros Elementales) y el "mundo mundano", permitiéndoles centrarse en el liderazgo espiritual mientras él se ocupa de asuntos más insignificantes.
- En sus tierras se celebró una conferencia sobre los espíritus retornados que despertó un gran interés, pero no todo fue positivo.
- La Guardia de la Emperatriz León atacó su provincia el año pasado, alegando vengar un insulto a la Emperatriz proferido durante la conferencia; pocos fuera de su Clan comprenden lo ocurrido, y Toichi está especialmente confuso.
- Dado que los Maestros Elementales dirigen el Clan, no existe un verdadero daimyo familiar de los Isawa. Toichi suele tomar la mayoría de las decisiones sobre los asuntos cotidianos de la familia.
- Existe una falacia semiherética inherente a su asunción de poder: en la mente de la mayoría de los Fénix, el "mundo espiritual" abarca todas las cosas, incluido el "mundo mundano" del que él actúa como guardián.