La revelación de que su patrona era una Saga llamada Beria, perteneciente al aquelarre de las Santas Brujas, marcó un punto de inflexión en su vida. Nes se enfrentó a Beria en Lorraizal, su pueblo natal, donde la Saga fue finalmente consumida por una criatura antigua conocida como Hemófago. Tras este acontecimiento, Nes decidió abandonar el camino de la brujería para forjar su propio destino como chamana.
Nes, cuyo nombre completo es Agnes Belladona, comenzó su vida como una estudiosa entusiasta en Lorraizal. Su insaciable sed de conocimiento y poder eventualmente la guio hacia los oscuros y lúgubres pantanos próximos a La Ponzoña, un lugar que marcaría un antes y un después en su existencia. Durante una exploración, Nes sufrió un accidente que por poco le cuesta la vida, pues se ahogó en las traicioneras aguas del pantano. Sin embargo, contra todo pronóstico, despertó lejos de aquel lugar, transformada de maneras que aún no comprende completamente.
Desde ese momento, Nes ha perdido casi todos los recuerdos de su pasado, excepto algunos fragmentos de los conocimientos arcanos que había adquirido. Su apariencia, ahora desgastada y putrefacta, no le causa repulsión, sino que se ha convertido en un recordatorio constante de su nueva realidad. Decidiendo alejarse de la sociedad, se refugió en la soledad para recuperar y aumentar su poder. Cada noche, una voz misteriosa, que Nes asocia con la de una vieja saga, le susurra, tentándola con promesas de poder sobrenatural.
Nes cree que, sin saberlo, firmó un pacto con esta entidad desconocida. A pesar de los riesgos y el misterio que envuelve este acuerdo, está dispuesta a seguir las indicaciones de la voz y continuar explorando los pantanos en busca de más magia y conocimiento. Para mantener su enigmático pacto, realiza extraños rituales que la entidad le exige. Aunque a veces el miedo la invade, temiendo lo que su misteriosa benefactora podría demandar de ella cuando llegue "la hora de la verdad".