Estos dragones son los más sociales de todos los dragones metálicos, de modo que ayudan con entusiasmo a cualquier criatura que lo necesite.

Brillan como si se les hubiera esculpido de puro metal, y su rostro noble tiene altos ojos y una barba hecha de púas que se extiende hacia atrás. Una cresta espinosa crece desde su cabeza hasta la punta de su cola. Las escamas de los dragones de plata jóvenes son de un color gris azulado con brillos plateados. Cuando están a punto de llegar a ser adultos, su color se va volviendo más brillante hasta que es imposible distinguir escamas particulares. Además, a medida que envejecen, sus pupilas se van desvaneciendo hasta que sus ojos parecen orbes de mercurio.

Dragones de virtud

Los dragones de plata creen que vivir una vida moralmente aceptable implica realizar buenas acciones y asegurarse de que sus actos no causan daño inmerecido a otras criaturas inteligentes. No consideran que su tarea sea arrancar el mal de la tierra, como hacen los dragones de oro y de bronce, pero sí se opondrán a criaturas que osen cometer actos malvados o dañar a criaturas inocentes.

Amigo de las razas pequeñas

Los dragones de plata disfrutan con la compañía de otros dragones de plata. Además de eso, las únicas amistades verdaderas que comparten fuera de su raza son las que mantienen con humanoides, y muchos de estos dragones emplean tanto su forma humanoide como la dracónica. Los dragones de plata toman la personalidad de humanoides bondadosos, tales como eruditos amables, viajeros jóvenes y, en ocasiones, cuentan con compañeros con los que traban amistades profundas.

Estos dragones deben abandonar su vida mortal de forma habitual, ya sea para retornar a su verdadera forma para aparearse y tener descendencia o para tratar temas personales y cuidar de su tesoro. Dado que muchas veces pierden la noción del tiempo, es común que vuelvan a su vida mortal y descubran que sus amistades han envejecido o muerto. Debido a esto, suelen hacerse amigos de varias generaciones de humanoides de la misma familia.

Respeto por la humanidad

Los dragones de plata hacen amigos entre todas las razas humanoides, pero las que viven menos tiempo, como los humanos, provocan en ellos una curiosidad que otras razas, como los elfos y los enanos, no les provocan. Los humanos poseen un impulso vital que los dragones de plata encuentran fascinante.

Cosechadores de historias

Los dragones de plata aman poseer reliquias de la historia humanoide. Esto incluye tanto las grandes montañas de monedas que acumulan, acuñadas por imperios actuales o ya caídos, como obras de arte y joyería manufacturada por distintas razas. También es posible hallar otros tesoros, como barcos intactos, restos de reyes y reinas, tronos, las joyas de las coronas de antiguos imperios, inventos, artilugios y monolitos traídos de ruinas de algunas ciudades caídas.