Los kuo-toas son humanoides degenerados parecidos a peces que antaño ocuparon las costas e islas del mundo de la superficie. Sin embargo, los humanos y sus semejantes los expulsaron a la Infraoscuridad, donde moran enloquecidos y amparados por una noche eterna. En la actualidad, los kuo-toas son incapaces de soportar la luz del día.

Los kuo-toas adoran a dioses de su propia creación. No obstante, si suficientes individuos creen que una deidad es real, la energía psíquica derivada del subconsciente colectivo hará que esta se manifieste como una entidad física. La forma de un dios kuo-toa depende de qué inspirara su imagen divina, pero suele ser caótica y carente de sentido.