Los kobolds son humanoides reptilianos sumamente cobardes, que adoran a los dragones malvados como semidioses y los sirven como esbirros y lamebotas. Habitan en las guaridas de los dragones siempre que pueden, pero lo más normal es que moren en mazmorras donde acumulan los tesoros y bagatelas que conforman sus pequeñas fortunas.

Los kobolds son ovíparos. Maduran con rapidez y pueden vivir hasta convertirse en "grandes sierpes" de más de un siglo de edad. No obstante, la mayoría de ellos muere antes de cumplir diez años. Son físicamente débiles, lo que los convierte en presas fáciles para sus depredadores. Esta debilidad les obliga a agruparse, pues de esta forma pueden llegar a ganar batallas contra adversarios poderosos, incluso aunque esto implique un enorme número de bajas en el bando de los kobolds.

Los kobolds compensan su ineptitud física con una gran habilidad para fabricar trampas y cavar túneles. Sus guaridas están compuestas de una red de corredores bajos por los que los kobolds pueden moverse con facilidad, pero que ralentizan el paso a humanoides más grandes. También llenan sus guaridas de trampas. Las más insidiosas emplean a otras criaturas o peligros naturales: un cable podría activar una trampa que arroje jarras de arcilla llenas de limo verde, capaz de devorar la carne, o cajas llenas de ciempiés gigantes venenosos.