Ahzek Estrellasol
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Ahzek Estrellasol

Consejero Carmesí
Personaje Jugador
Ahzek es un Aasimar de roja melena, gran altura y piel rojiza. Parece bastante corpulento y astuto. Nació en alguna ciudad humana, de madre alta elfa, política y padre aasimar, militar. Se establecieron en Elturel donde Ahzek, siendo caudillo, llegó a recibir el título de Consejero Carmesí, por Lord Olanthius, quien lo nombró su portaestandarte y primer caballero. También era conocido entre los Jinetes de Elturel como El Ángel Encarnado.

Ahzek luchó entre los Jinetes de Elturel bajo el mando de Olanthius, en la cabeza de una parte de su tropa, y formó parte de La Cabalgada, donde derrotado, perdió las alas y el ojo derecho y fue apresado por Fhet'Ahla y Mahadi, quienes se lo llevaron y lo usaron de moneda de cambio para algún plan de Bel

Ahzek vivió en prisión más de 500 años, alejado del mundo exterior y formando parte de arenas en Averno, no sabiendo qué había ocurrido con sus compañeros de batalla. En prisión aprendió a entender los espíritus que le rodeaban comenzando su despertar espiritual como chamán, consiguiendo así escapar de la prisión en la que se encontraba, aunque no recuerda como.

Pasó un año deambulando por Averno, desorientado, intentando conseguir información acerca de Azor, Jander, Olanthius y Haruman, pero solo le decían que buscara a La Égida.

Un día se encontró con Burney, quién le dijo que le llevaría con la Égida y le daría una venganza frente a Mahadi y Fhet'Ahla. Esta resultó ser Mahadi transformada y luchó frente a él y el diablo del Estigio junto a Ravn, Amelia, Candela y Borus, quienes también habían caído en la trampa. Este último les traicionó en el último momento llevándose a Fhet'Ahla al tiempo que Mahadi escapaba. 

Ahzek marchó junto con Ravn a quién se abrió sin miedos, sabiendo que había luchado a su lado y descubrió todo el bien que había hecho la Égida por su gente, Ravn lo invitó a conocer a Aikukart con quienes acabó por entablar un comienzo de una amistad. Ahzek les pidió acompañarles en su nueva aventura al Averno, puesto que le habían abierto los ojos a nuevas posibilidades para el Alma de Haruman, a lo que ellos aceptaron. 

Ahzek marchó hacia la nueva Elturel a conocer a los actuales Jinetes Infernales antes de bajar a Averno junto a sus nuevos compañeros.

Recuerdos de Ahzek al encontrarse frente a los Páramos de Averno

Averno

Vi la horda enmarañarse contra los Jinetes de la vanguardia. Los cuerpos de unos y otros volaban, la fuerza inhumana de la marea diabólica parecía imparable, pero la luz que desprendía el ángel que nos guiaba nos daba la fuerza para aplacarla.

Acabamos con el primer gran golpe, luego vino el segundo. Cada vez éramos menos, y se dió la orden a los Jinetes de Jaruman de aplacar temporalmente la tercera ola mientras se abría el portal que nos dejaría escapar.

Desde las alturas vi, unos metros bajo la Almofante, como una partida de Jinetes se desviaba, tras la llamada del cuerno de huida de los que seguían a Jander, tocado por él mismo… y como el portal se cerraba tras ellos…

Dirigí mi mirada hacia Azor, los gestos de su rostro reflejaban tanta sorpresa como los míos. Ví como Yael discutía con Azor su siguiente movimiento y esta lanzaba la carga hacia la mole infernal. Emulé su movimiento con mi Lanza y con ese leve movimiento toda mi tropa avanzó al grito de “Junto al Ángel Encarnado”, y se lanzaron a la batalla bajo las sombras de las alas de Lulu, de Azor y una sombra algo más pequeña, la de mis alas…

Luché en la que creía que sería su última batalla, dispuesto a morir por Azor, por Olanthius y por todo lo que en mi vida creí. Pero estaba algo desconcertado, no podía dejar de pensar en mi hermano. Una nueva traición, esta vez, que me costaría la vida a mi y a todos los Jinetes. 

Un golpe acabó por acertarle en la cabeza, la tiara que portaba, cayó al suelo y Ahzek cayó tras ella. 

Cuando tocó el barro de Averno abrió los ojos momentáneamente, lo justo para ver como un diablo se abalanzaba sobre él. 

(Slash)

Sintió como su ala derecha se desprendía de su cuerpo, de un solo tajo el infraplanar se la cercenaba. Experimentó un dolor nuevo, nunca había sentido algo así… aunque le parecía similar a algo… la primera traición de Jander. 

El Rojo Aasimar se estremeció, gritó y en un afortunado movimiento de su lanza rajó a su atacante. 

(Bam)

Un nuevo diablo tomó el puesto que la muerte del anterior dejaba y atacó. Ahzek fue suficientemente rápido para interceptar el golpe con la misma lanza, pero no lo suficientemente fuerte como para frenarlo. 

La diabólica arma partió la lanza en dos, un filo de media luna por un lado, y una larga empuñadura por otro. La fuerza del diablo no paró hasta encontrar su rostro, impactando sobre su ojo derecho, regando la piel carmesí de una sangre del mismo color. 

(Rass)

Una gran garra rasgó el aire, llevándose con ella el ala izquierda del Consejero. Una vez más, el dolor llenaba sus sentimientos, pero esta vez solo podía pensar en cómo su hermano huía de la batalla. Su segunda traición.

Ahzek podía notar como seguían cayendo golpes sobre su cuerpo pero ya no le quedaban fuerzas para defenderse, no las tenía ya ni para abrir el ojo que le quedaba… Dejó de sentir los golpes, dejó de sentir los gritos, el olor de la muerte, la armadura que lo cubría, el pelo sobre su rostro, el calor de la sangre, el frío del barro… Dejó de sentir el dolor.”

Title
Consejero Carmesí

Type
Personaje Jugador

Race
Aasimar Vindicador

Gender
Varón

Pronouns
Él/Elle