Rudra, Idria, Valenor, Libride, Leosandoral y Colmillo eran cinco aventureros, cada uno de un lugar distinto y con objetivos dispares, que se unieron por la voluntad común de ayudar al pequeño pueblo de Phandalin. Esta voluntad la compartían con cuatro individuos más, los tres hermanos Buscarrocas y su amigo Sildar. En la ciudad de Nuncainvierno, Sildar y Gundren contrataron a Rudra y Libride para escoltar equipo minero hasta el pequeño pueblo, mientras ellos se adelantaban. Lo que no esperaban es que la gente que estaba detrás de la compañía minera no le interesaba su equipo, sino los tres hermanos. Cuando Rudra y Libride llegaron a Phandalin, la pareja que les había contratado había sido raptada.

Rescatando a Sildar y junto a él, a Valenor, el grupo aprendió que un tal Araña Negra había llevado a Gundren al Castillo Dienterroto, hogar de la tribu de trasgos Dienterroto. De camino a su rescate, encontraron a un perdido Leosandoral, que les acompañó de buena gana, con tal de aprovechar la fuerza de grupo y ganarse un favor. Juntos descubrieron que Gundren seguía vivo, pero que sus hermanos habían sido capturados tras encontrar la Cueva del Oleaje y sus potenciales riquezas.

Tras liberar al pueblo de los infames Capas Carmesíes, seguir varias pistas, solucionar múltiples problemas en el pueblo y conseguir como nueva aliada a Idria, el grupo decidió enfrentarse a su último objetivo antes de dar con la cueva, un dragón verde en los bosques de Arbotrueno. Aquí perdió la vida Leo, para convertirse en Colmillo, dando nombre a este grupo de aventureros. Cargados de valor, dieron con la famosa cueva, desmontaron las fuerzas de Nezznar y restablecieron la Forja de Conjuros junto a los dos hermanos Buscarrocas sobrevivientes.