Eril es un Tiefling Celestial que desconoce su origen, un huérfano al que acogió un clérigo enano llamado Darro Yelmofiero, que trató de inculcarle el camino de los Dioses.

Dado su perfil bueno, pero caótico, hubo un patrón con ese mismo tipo de alineamiento que le empezó a dar poderes, Erva. El clérigo se pensaba que él podía tener cierto don divino clerical. Sin embargo, debido a su caos, desconocimiento de la magia y descontrol, y sumado al perfil caótico del patrón y su pensamiento en contra del dogma clerical y sus mentes cuadriculadas y legales, en un arrebato de magia por su parte mató a Darro. Eso le obligó a vivir en la calle, ocultarse y ocultar su apellido para que no le asociasen con el asesinato.

Procede de Elturel, pero allí solo trató de ocultarse, teniendo lugar sus hazañas fuera de ella. De hecho, nadie conoce su apellido (quizás hasta ahora).

Su patrón se relaciona con él a través de los sueños. A veces le manda premoniciones veraces del futuro u otras simplemente riéndose de él o mandándole información errónea. La cuestión es que él siempre se la toma en serio, porque, de no hacerle caso, puede provocarle dolor o migrañas, o incluso provocar desastres (aunque no tenga sentido su petición).

A pesar de el descontrol de ambos, tanto su patrón como él, son buenos. Sin embargo, desconfían de los clérigos por su alineamiento legal. Además, a su patrón no le gustan porque dan más poder a los dioses, impidiendo ascender a nuevos horizontes. Él, además, piensa que son unos farsantes. "No he escuchado a ningún clérigo decir que su dios le hable directamente, como me ocurre a mí". Cree ser un clérigo con un don, al que le habla su deidad a través de los sueños, o incluso en su cabeza a veces. Piensa que el resto de clérigos pueden ser simples brujos que pueden haber pactado con alguna criatura celestial.

Durante los sucesos acaecidos en Elturel, Eril conoció a Bastian y a Felicio de los Shirokin, y decide ayudar a Bastian a encontrar su espada Filo Negro.  Tras acabar con Daon el Oni, descubren que, tras todo ello, se encontraban tres Sagas de la Noche interesadas en su persona, al ser una de ellas Lilith, la hermana corrupta de Erva. En el encuentro final, revelan que Erva le había estado engañando, que se había estado riendo de él. Las sagas trataron de llevarle con ellas a través de un portal, pero consiguieron matarlas. A todas menos a Lilith. Encontrando al final, que habían raptado y corrompido a su sobrina, convirtiéndola en Sangre Maléfica.

Aquel suceso rompió a Eril por dentro, sintiendo que toda su vida había sido un engaño. Una vida con un padre asesinado, una vida de remordimiento por ello, una vida de exilio y ocultación. Y una vida de sospecha por parte de la única familia que le quedaba, su hermano, quien nunca supo qué ocurrió realmente aquel día en el que perdió a su padre y su hermano se volvió un ser esquivo y ermitaño. Por si no fuera poca razón para vengarse de Erva, cuando devolvió a su sobrina con su padre, se encontró otra traición. Su hermano le culpaba de la profanación de su hija, puesto que las sagas le habían dicho que sólo lo querían a él; y además, también le culpaba de la muerte de su padre. Las sagas le habían contado todo y habían provocado que la única familia que le quedaba quedara rota. Tan rota que su hermano, en un fanatismo religioso, decidió purificar a su propia hija con fuego sagrado. Eril y Bastian, que le acompañó en toda esta tragedia familiar, ya habían notado algo raro en su hermano, así que decidieron vigilarlo. En el último momento, consiguieron frenar el ritual, terminando con unas horribles cicatrices en el cuerpo de su sobrina y con la espada de Bastian en el cuello de su hermano.

Decidieron que las autoridades se encargaran de él y lo encarcelaran… "Meses después averiguamos que le habían condenado muerte". "Toda mi familia rota". “Quiero venganza”.

Cansado de la inacción de los dioses y el clero, Eril ve en Bastian el bien tomando acción. Ha demostrado que es bueno y empatiza con su tragedia fraternal, así que, perdido en el caos que se había convertido su vida, decide ayudarle como primer propósito. La venganza como segundo.

Por supuesto, tras manifestar el engaño, Eril acabó con su pacto. Siendo susceptible al deseo de venganza, Kord contacta con él y le concede un arma de relámpago, sellándose el pacto del filo, a cambio de que encuentre para él su mitológica arma. Un arma sintiente, un arma que ha sentido estar en las entrañas de millones de criaturas, un arma por la que me ha dicho Kord que no me deje consumir. Un arma que, a través de mi arcanum místico más poderoso, consigue cortar los planos que nos separan para ayudarme a matar a mis enemigos.

Más adelante en la historia, junto a Bastian, siguen buscando Filo Negro y un modo de revertir la profanación de su sobrina, la cual deciden dejar en Candelero dada su naturaleza curiosa. Todos tenían la misma respuesta: “Sólo las sagas conocen”.

Una vez en Averno, junto a Hans, Melodía y Bastian persiguen Filo Negro, que supuestamente la tenía un Diablo Gélido. Ésta se encontraba dentro de una fortaleza móvil en forma de simio. Adentrándose invisibles bajo la atenta visión de unos Demonios Cerdo entablan batalla en la cabeza del simio. Fueron unos pocos instantes, pero dentro de esa cabeza, Eril perdió la suya, rota su mente. Suerte que le acompañaban poderosos aliados.

Descendiendo por el cuerpo de esta fortaleza, llegaron a unas mazmorras mágicas, donde se hallaba la última saga que huyó con vida, Lilith. Eril sólo quería sacarle información y acabar con su vida, pero ella no se lo iba a poner tan fácil. Sólo fue Bastian quien tuvo que decir “Confía en mí”. Ni su sed de venganza eran superiores a la confianza que tenía en su nuevo hermano. Éste le prometió a la saga que la dejaría con vida, bajo su honorable palabra como Shirokin. La decepción de que la saga saliera ilesa tras todo el dolor provocado apareció como un brillo en los ojos de Eril, pero decidió seguir confiando en su compañero. En cuanto las barreras mágicas descendieron, Bastian le asestó el castigo divino que merecía mientras le decía: “Por desgracia para ti, habéis logrado que ser un Shirokin ya no signifique nada”, acabando con su vida. En ese momento quedó claro el profundo vínculo que los unía. Bastian había renunciado a su propio alineamiento (legal) para vengar a su hermano, mientras que éste había aprendido a no actuar tan alocadamente y confiar en él. Por si fuera poco, Bastian hizo más presente este vínculo creando una comunión entre ambos.

Por desgracia, el diablo gélido que se encontraba atrapado en esas mazmorras consiguió huir, no sin informarles primero de que Filo Negro se hallaba en las manos de sus captores. Al seguir descendiendo llegaron a la sala donde se encontraba un portal. El elegido de Yeenoghu aparecería en cualquier momento. Mientras tanto, nuestros héroes combatían con el demonio cerdo que controlaba esta fortaleza, y con Erva. Para sorpresa de Eril, la fuente de su dolor estaba ante sus ojos. Espada en mano, fuerza radiante emanando de sus poros, y con la bola metálica electrificada volando bajo sus pies, Eril combatía lleno de euforia e ira.

No tardó en llegar el elegido de Yeenoghu, el Demonio Bicéfalo Razek Rompevotos descendiendo colosal los escalones de la sala. Momento en el cual Eril convocó su arma secreta, la Vengadora de la Tempestad, apareciendo como un desgarrador filo que cortaba el aire y el mismo plano de existencia, abriéndose una grieta que mostraba escenas de todas las batallas en las que había asesinado ese arma. El infraplanar la destruyó con un simple apretón de su mano, mientras Eril revoloteaba cortando y perforando. En lo más alto se encontraba cuando éste, de un certero golpe, Razek le rebanó la cabeza, impidiéndole reaparecer fulminante y radiante cual celestial. En ese momento, Bastian sacó las últimas gotas de luz que quedaban de su oxidada y maltrecha Ilonka, invocando al espíritu de su hermana para acabar con el titán que había matado a su hermano. Muerto, colocaron la cabeza de Eril sobre sus hombros y consiguieron devolverlo a la vida.

Acabada la misión, vengada a su sobrina (aunque sin información para revertir su estado) y recuperado Filo Negro, Bastian y Eril podían descansar al fin. Bastian se planteó destruir la espada y darle el poder a Felicio, pero decidió que no quiere dejarle esa carga del linaje Shirokin y que trabaje tranquilamente en su nueva herrería. Decidido esto, van a Rocfort, a Piedra Centinela, para que reclame ser comandante, al mismo tiempo que Eril le insiste en que, del mismo modo que no teme a colosales titanes, deje atrás el miedo y se enfrente de una vez por todas a su amor, la cual desconocía su nueva apariencia tras haber sido reencarnado. Bastian le propone a Eril ser su mano derecha y proteger la espada, de modo que en caso de que las Grandes Colinas requieran de su poder, pueda usarse junto a su sangre Shirokin.

Al mismo tiempo, Melodía le propone ser guardador de espada dentro de la Orden de los Fab'Huritus, si bien, siempre se encuentra bajo la vigilancia de ésta. Demasiado poder al borde del descontrol. Eril se interesa por si algún día encuentran la espada de Kord y puede cumplir finalmente su pacto.


Extra

En la campaña de Descenso a Averno, Iroh firma un contrato infernal con Feonor. Ésta crea un portal del cual sale una criatura de piel morada y cuernos muy parecida a la sobrina de Eril, firmando el contrato infernal con sangre en su espalda.

Title
Brujo de Kord

Type
Personaje Jugador

Race
Tiefling Celestial

Gender
Varón

Pronouns
Él